O los libros de lo inevitable

Sunday, March 09, 2008

Sólo se trata de encontrar la correcta

Las aceitunas se esperan, se lamen, se sienten en la profundidad de los dientes cuando lentamente se acercan a tocar el fondo antiguo de su dureza germinal.


Las aceitunas se evaden dolorosas navegando en mares glaucos de salmuera, creyendo que si de alguna bendición son capaces sus hermanos, esa será la de salvarlas del incestuoso movimiento tangencial de chocar sobre sí mismas lejos de lo que quisieran encontrar.



Algunos dicen que saben al licor palpitante de mujeres. Otros que son amargas para degustarse.

Las aceitunas son prodigiosos engendros esféricos que se buscan abusando de las conexiones terrestres.



Aceituna Aceituna Aceituna Aceituna Aceituna Aceituna




Y como dice Morrissey: To me you are a work of art, Aceituna.

1 comment:

El Gran Jesus said...

Así hasta se antojan, y eso que no me gustan. Eso es narrativa elocuente y convincente. Literatura gourmet. Que rico.