Vuelves a caminar hacia el espejo. No reconoces tu sombra, bifurcada tantos grados al sur. La blusa encuentra la forma de abrirle paso a la temperatura que cederá ante el cercano aliento tibio. Los dedos fríos marcan el camino. Los ojos cerrados asumen la luz del recuerdo. El aliento se entrecorta. La tensión contra el cuerpo cede. Los lugares significan otra vez, los aromas vuelven y se estrellan contra las mejillas, los labios se hinchan esperando correspondencia, la prontitud de los muros parece transportada. Una palabra toma su lugar y su momento pretérito. Los recuerdos chocan contra sí. Por fin las frases estallan. Los aromas se retiran, las manos retoman la imprecisión... Las evocaciones son la forma ingeniosa de materializar
instantáneamente.
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Foto: cortesía de D. Manara.
2 comments:
Hermosa foto y más hermoso texto aún.
SUCESO VIII
a veces soy la voz del otro lado del teléfono
a veces un aliento
una ciudad enorme donde te encuentro a veces
por supuesto una fecha
un saludo que cruza el cielo velozmente
dos ojos que te miran
un café que te espera después de la llovizna
una fotografía una mano en tu mano
desesperadamente una canción etcétera
y siempre o casi siempre
nomás ese silencio
donde solés colgar tus prendas íntimas.
J. Boccanera
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