O los libros de lo inevitable

Friday, April 11, 2008

Antes del 19

En momentos como estos estoy realmente cerca de comulgar con el universo. De sentirme parte de algo o de pertenecer, de cierta forma a un funcionamiento específico que tiene reservado todo para mí. No sé si podría renegar por algo. No sé si podría dejar de sentirme afortunada por todo lo que tengo. Me siento feliz porque no morí. Me siento feliz de tener a todas esas personas conmigo. Me siento tranquila porque he trabajado y he tenido lo que quiero gracias a eso. Ninguna vida es suficiente, creo. Nada puede lograr la sublimación de las expectativas y creo que tampoco me interesa saber de qué manera se podría lograr eso. Me siento atenuada por un dolor que por ahora se ha ido. Puedo perdonar a todo el mundo si el mundo se permite perdonarme. Siempre le voy a deber algo a alguien, es cierto. Pero la deuda ya no me ocupa, me transforma. Me place. Si no debiera nada no tendría demasiados propósitos. Por primera vez en la vida entiendo que siempre me he debido demasiado a mí misma... Me debía quererme, me debía saberme cómo soy. Me debía perdonar a todos... no sé si lo he hecho pero perdono a mi abuela que ahora es niña de nuevo. Perdono a mi abuelo a quien no volví a ver conscientemente. Me perdono por no ver morir a esa perra que me acompaño once años. Me perdono por todo lo mal que le hice a ciertas personas. Me perdono por mis funcionamientos inadecuados y mis obsesiones cojas. Me perdono, por fin. Antes de volver a morir otra vez quiero sentirme así. En paz. Con ganas de enfrentar todo, de ser yo misma, de quererme otra vez. Me perdono por envejecer, por tener celulitis, por decidir mi vida, por amar la literatura y no la medicina. Me perdono por pensar en mí antes que en todos. Pero sobre todo me perdono por equivocarme siempre, por no conseguir lo que he querido. Entiendo que los funcionamientos específicos resguardan fórmulas secretas que nos conducen a la muerte. Antes quería morir. Hoy, al menos, eso dejó de ser una solución.
Aún con todo no puedo dejar de sentir miedo. Querer algo siempre te hace perderlo. A veces no. Desde hace tiempo quise muchas cosas. Desde hace tiempo no las tenía. La vida me las da antes de los 25 y yo... Me regalo perdonarme por no poder ser otra.
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GRACIAS POR AYUDAR A REGALÁRMELO...