O los libros de lo inevitable

Wednesday, November 30, 2005

Extracción de la piedra de la locura



Creo que he estado pensando demasiado en la calidad femenina. ¿Por qué odio a a los psicoanalistas? ¿por qué no soporto ver que una feminista quiera ser güey o que un misógino quiera ser puta? ¿por qué me molesta que me interpelen sujetos que yo no elijo? ¿por qué temo las palabras del otro que sé no ha estado ni estará? ¿Por qué siento y extraño y no puedo olvidar? Tal vez la respuesta todas esas preguntas se encuentren en un buen libro de Lacan o en la primera sesión de un buen lava cerebros, pero todos sabemos de antemano que una búsqueda no formulada, llegará al punto de partida sin gloria, sin respuestas .
¿Qué piensan que es la locura? ¿Qué puede decir de la locura una persona como Nestor Braunstein que desde que llegó a México se viste con Armani y lo llevan a su casa en coches carísimos? ¿Qué puede decir de las novedades ofrecidas por otro estado de conciencia un tipo que se ha pasado racionalizando las etapas de la mierda, haciendolas suyas, creando un teoría sujeto no filosófico? Por fin he visto con otros ojos Leolo de Jean-Claude Lauzon, tengo que verla de nuevo.
Tal vez deba reconocer que me molesta ser un sujeto neurótico (uno como el que todos somos, por cierto) uno que se cuestiona muchísimas cosas todo el tiempo, que no elige lo que será sino lo que no es (porque no le queda de otra); uno que no es capaz de reconocerse en el otro sino por un acto pendejo de narcisismo; uno que ejemplifique todas las vulgares nociones del estándar. Y después dicen que no podemos tener nada o que nada sería si no existiera el lenguaje (Bueno, en eso estoy de acuerdo) Pero, dónde se queda lo no tangible. Para los psicoanalistas somos simbólicos pero no ensoñadores o demiurgos; somos en tanto lo que el otro quiere que seamos.... (eso me recuerda una cita que me hizo reir mucho: Mira, somos tan inferiores que no sabemos si somos guapas o feas, elegantes o simpáticas más que cuando ellos nos lo dicen...) lo cual se traduce a una relación sujeto- otro como integrantes de una banda de Möbius, o sea, ninguno elimina al otro. ¿Por qué le cuesta trabajo al gente entender lo primigenio? ¿ Por que no consideran al otro como un simple sujeto indiferente? ¿Por que los que no son sujetos indiferentes para un espíritu que cree en lo primigenio, no lo entienden? tal vez porque ellos no se han puesto a pensar en eso.

Bueno, ya estoy amargando demasiado el discurso, lo único que quería era arremeter puerilmente en contra de los psicoanalistas. Por otra parte, estoy feliz porque ahora si castigarán a los hijos de su puta madre que agarren o gocen con el toque nimio de las partes pudendas de otra femina. Aunque primero deben educar a las feminas sobre como agarrar de los folículos capilares a los cavernícolas abyectos y después poner a un policia justo en cada estación del metro, bueno ya no justo ¿para qué me engaño? Uno capaz de tomar al sujeto por el brazo y llevarlo a la delegación y de mínimo sacarle una lana y luego del después, deberían poner una cámara en cada vagon del metro, una con aumento o mínimo de buena calidad para que se compruebe que en realidad la tocó pero... ¿no sería como emprender una cacería de brujas posmo? ¿ no se van a robar las cámaras? ¿ no será que sólo es una manera pendeja de amedrentar a los hijos de su puta madre que nunca van a cambiar?. ¡Qué güeva! Mejor deberían permitir las armas blancas y las lecciones de defensa personal para mujeres. Cada una podría ponerle en su madre al tentón en cuestión (yo lo he hecho, y creánme, es taaaaan gratificante) Pero pues la violencia no es la solución (jajajaja, al fin humanista) lo necesario sería que dejaramos de educar a nuestros niños de manera que se crean omnipotentes, ¿qué les da derecho a nalguearse a alguien desconocido? ¿su educación machista? nooo, no lo creo (¿o sí?) ¿sus urgencias carnales? o simplemente, la educación de no respeto para con los otros en general.(¿Por qué nunca me ha nalgueado una mujer? ¿a ustedes sí?) Ejem.... Creo que estoy creyendo demasiado en la buena voluntad de los extraños, ni las madres van a educar diferente a sus hijos, ni las mujeres se van a madrear al pendejo que las toque, y mucho menos los
pendejos tocadores se van a dejar; ni va a servir esa nueva reforma, ni voy a dejar de enfurecerme cada que me toquen feo en el metro...porque si me tocan bonito igual y hasta le pido su teléfono para repetir la historia. Pero, seamos realistas, eso no pasará.

Pero volvamos a lo del sujeto neurótico Freudiano y Lacaniano ¿Cómo no ser neurótico depresivo con esta sociedad? si ellos mismo afirman que el ser representa un conjunto de pérdidas. Las pérdidas filosóficas, y materiales. Resígnense somos la representación acelerada de nuestra búsqueda por el andrógino que dejamos de ser. Y tal vez, después de todo, no sólo se trate de clasificar por sexos o de buscar por faltas, sino de reconstruirnos por neurosis, por preguntas que cada vez son más, y que cada vez menos seremos capaces de responder menos. Y eso...es divertido, tal vez no lo suficiente para las vueltas laberínticas que realiza nuestra esperanza.
Pero bueno, únicamente quiero declarar personas non gratas para mi universo (tan.. limitado) a: Psicólogos, Psiconalistas (bueno, sólo a algunos, porque a los que los estudian sin serlo, a veces son mis ídolos), Psiquiatras (estos por sobre todos), Tentones de metro (no, mejor estos por sobre todos), policías, machos, feminas sumisas con pensamientos anacrónicos, mochos y políticos... pero ¿por qué los odio? ¡ahhh sí!, porque soy intolerante (intolerable, mejor dicho)
No cabe duda que los cubanos saben cómo cocinar, cómo entristecerse, cómo comparar y hasta cómo chatear. Dos cubalibres de Eliseo Alberto. La recomendación desesperada. No se arrepentirán.

Sunday, November 27, 2005

El suplicio de la roca

Lo inmediato, citar el verso de Dickinson que ha martillado mis horas: Because I could not stop for Death/ she kindly stopped for me.
Lo simple: Depresión circadiana, según definición propia. Suceso inevitable que nos previene de mirarnos al espejo y anotar bajo espasmos cada elemento olvidado y cada recuerdo lacerante. Estado anímico inherente a la pérdida total de la esperanza.
Lo cierto, citar a Camus que ha sido una excelente compañía el día de hoy: Hay que ser Wherter o nada . También en eso hay varias formas de suicidarse, una de las cuales es el don total y el olvido de la propia persona. ¡Maldito bálsamo etílico! ¿Por qué me dejas olvidarme?
Lo triste: Don Juan, en cambio, busca la saciedad. Si deja a una mujer hermosa no es en modo alguno porque ya no la desee. Una mujer hermosa siempre es deseable. Es porque desea a otra, y eso no es lo mismo.(94)
¿Es Don Juan egoísta? A su manera, sin duda. Pero también a este respecto hemos de entendernos. Hay quienes estan hechos para vivir y quienes estan hecho para amar. (96)
Lo patético: Alguna vez me encontré con breve relato de Guitry. Una adolescente recorría una sala de museo, en la exhibición se encontraban varios desnudos femeninos, todos ellos de mujeres hermosas. Ella vuelve a su casa y se desnuda completamente. Se mira al espejo y con lágrimas en los ojos se recorre: el pecho sin brotes, el sexo poblado, el rostro un tanto agradable pero definitvamente sin algún brote de belleza. Entonces se sienta en la cama y se dice a sí misma ¿Sere yo acaso un monstruo? Cada vez que recuerdo ese relato no puedo evitar preguntármelo a mi misma, sé que soy un montruo, tal vez uno sin parafernalias, pero con abismos interiores y carencias exteriores que limitan (no sé que sea lo que limitan) pero mis prótesis ideológicas y mi lavada de cerebro, aún no intervienen lo suficiente.
Lo masoquista: Rehacer experiencias; no tomar en cuenta los propios gritos de advertencia.
La declaración: Hace aproximadamente 4 años me hicieron un test psicométrico para probar los efectos que había tenido en mi cerebro el constante consumo de cannabis. La prueba era que el conejillo debía armar figuras geométricas dibujadas en una hoja, a partir de piezas de madera de la misma calidad (geométricas). Recuerdo que lo hice sin problemas. El viernes me pidieron que lo hiciera de nuevo. Y no pude terminar las últimas 4, ya no podía hacer nada con ellas, no las podía organizar y me desesperé. Me di cuenta hasta qué punto me había afectado la mota, pero dudo que algún día haga caso de eso. Lo mismo me pasó con el alcohol la primera vez que no acordé de nada a la mañana siguiente. Me dije: ¡No más alcohol para ti! pero lo seguí haciendo y ahora resulta que me acuerdo pero por fragmentos, como en una película con cortes y detalles fabricados por mi asquerosa- traidora-hija de su puta dueña imaginación. Ahora, en lugar de pensar en el "No más" pienso en el ¡Cómo?¿ esto nada más? O sea, les informo que conforme pase el tiempo voy a ser más pendeja (Ojalá)Esto de pensar demasiado en estupideces no es grato. Voy a dejar de leer (¿a quién engaño?)
Lo cruel: Después de saber que alguien más lee mis gritos, ya no quiero dejar de gritar. Pinche manía esta de enseñarle a los otros las vísceras.
Lo necesario: Todas las citas de Camus son de su librito El mito de Sísifo. Está editado por Alianza y los números entre paréntesis (como imagino que imaginan) pertenecen la número de página.
Lo baladí: Sísifo: El más astuto y el menos escrupuloso de los mortales. Castigado en el Hades por su pecado de hibris, exceso de orgullo y de confianza en sí mismo. La condena sempiterna (porque ya no perpetua) era llevar una enorme roca desde las faldas de un monte (cuyo nombre no recuerdo, ¡pinche mota!) hasta la cumbre del mismo. Cuando llegara a la cumbre la roca iba a rodar cuesta abajo y él debía repetir la acción. Gracias a Homero, el castigo de Sísifo se convirtió en el ejemplo por excelencia de los tormentos eternos que sufrían en el Tártaro.
Gracias

Wednesday, November 23, 2005

El camino del imbécil

Hoy tal vez la mañana sin nadie, los dientes fuera de las luces de mi futuro, la idea de sobrevivir en medio de esta sociedad inmarcesible, las confusiones y las puestas en escena de la misma obra del absurdo. Vestir- salir- regresar. Hoy han derogado sus señales esos nombres fallidos de la esperanza, tal vez es demasiado y sólo pretendo subsistir por un momento anclada a esta nostalgia de saberme perdida frente a todos, o tal vez entre todos, o sólo quizás es que hoy me llegó el lado femenino y ni mi cuerpo ni mi vida son capaces de predecir mis reacciones. Tal vez hoy y sólo por placer asesine al anciano de la tienda o me sorprenda destazando a un imbécil en la imaginación. Pero sé ante todo que lo único que parte en un día como estos es mi esperanza, la que había conseguido, la que no dejaré (supongo) pero que precisamente ahora, se convierte en una esquela de fantasmas contra la que no quiero luchar. Me duele lo que pasa y lo que no, me duele volver a romper con lo prudente y mis esquemas a futuro...pero no hay algo que me sienta capaz de hacer, nada que me ocasione salir a pervivir en otro cauce que no sea el propio.
Recuerdo...un hombre caminando a mi lado por la ciudad de México, traía sobre los ojos ese destello de los cielos oaxaqueños, había mirado mucho de la metrópoli, él me dijo: ¿Por qué toda la gente es tan indiferente aquí? ¿nadie se saluda? Y después de eso, ayer por la noche caminando frente a la misma funeraria de siempre, pisé una mierda de perro y dije: ¡pues claro! La gente no se mira a los ojos porque van cuidando que sus suelas no toquen la mierda, porque si tocan la mierda huelen feo, y si huelen feo nadie se les acerca y si no se les acercan se sienten peor ¿nunca se han preguntado por qué es muy breve el pasto en la ciudad? Pues yo creo que es porque ya se terminó todo el que había, lo erosionaron las suelas hediondas de gente despistada. Dicen que pisar mierda de perro es de buena suerte o que te cague un pájaro. Pero aún así , aunque ala vuelta de la esquina estuviera el futuro más predominantemente feliz por los siglos de los siglos, te encontraría con una mancha verde sobre la solapa o con la angustia de saber que cargas la peste bajo los pies. Si las calles de México tuvieran menos perros tal vez la gente comenzaría a saludarse más, a mirarse los ojos. Luego sabría que poco a poco se odia o se ama, o simplemente trataría de indagar qué es lo que pasa a través de la mirada del que saluda....Mejor que siga habiendo muchos perros, las relaciones humanas ya son bastante conflictivas por sí mismas ¿para qué enmendar nuestro propio caos interactivo? Eso me trae a la memoria una bonita cita de Cioran:
Había venido desde lejos a buscar el sol y el sol, hallado al fin, me era hostil. ¿Y si me lanzase desde lo alto del acantilado? Mientras hacía consideraciones más bien sombrías mirando a la vez los pinos, las rocas y las olas, sentí de repente hasta qué punto me encontraba sometido a este bello universo maldito.
De Ese Maldito yo
Que siga siendo un bello universo maldito lleno de mierdas de perro.
La recomendación desesperada: Una primavera para Domenico Guarini, de Carme Riera. No tiene más adjetivos que: fascinante.

Thursday, November 17, 2005



A P. J

Pocas veces rezuma en mis venas esa furia innombrable de la poesía como lo hace hoy. Irónicamente me sentí atrapada como en un capítulo de un programa que solía ver cuando niña, uno de cuyo nombre no quiero acordarme porque es nimiamente poético. Sin embargo recuerdo cuando la rana rené entrevistaba a un científico loco que vivía en una isla desierta. La rana llegaba con todo su equipo y el científico enorgullecido le presentaba su más grande invento, acto seguido: la cámara tomaba el foco de la habitación y en él se encontraba un hilado en forma de calcetín; entonces el científico sumamente emocionado le dice a René: ¡Este es mi último y más grande invento, se llama Calienta pies! (todos permanecen callados mientras el científico se regocija mirándolo) entonces la rana dice: Pe... pero maestro, eso ya existe, se llama calcetín y el científico se flagela con la sola idea de que su invento es inútil. Pocas veces he sentido lo mismo: cuando conocí la teoría de Freud, por ejemplo.
Sin embargo, nunca tan hondamente como cuando me reconocí por primera vez en Pizarnik, llegué a estar convencida que de alguna extraña manera ella debió ser mi mujer (u hombre) en otro tiempo. ¡Maldita! se murió muchos años antes de que yo naciera, no me dejó acariciarla. El momento de plenitud comenzó cuando tenía 17 años y leí por primera vez estos versos :

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas
y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo
porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Pero esos tiempos quedaron atras (¿o no?) Tal vez peco de ser una romántica empedernida pero la identificación con Alejandra Pizarnik no proviene únicamente del sentimiento, sino de las letras, de la verbalización. (No me quiero justificar con nadie, me lo has enseñado Ollin y te lo agradezco) Lo crudo de toda esta paupérrima reflexión es haber tenido en cierto momento la conciencia (y la promesa) de que no me volvería pasar lo mismo con alguien, intangible o pedestre. Aunque hoy quiero declarar mi profundo y vesánico respeto por dos mujeres más que han plagiado mi vida: Clarisse Lispector y P. Jimena Sánchez. De Clarisse hay mucho que decir, todo lo de Jimena es intangible.

Me molesta rehacer las cosas que pienso terminadas, gracias a mi incultura literaria debo corregir muchos poemas para que no me llamen plagiaria, esta es la parte de Un soplo de vida cuya existencia podría orillar me a modificar le tópico de algunos textos:

Autor: Ella ve a veces la realidad, una realidad inventada y que nunca se acerca a la verdad, como si esta, totalmente desnuda, la asustase. Ella es un superlativo. Hace cuanta de que es feliz, pero a veces esa felicidad la desasosiega.

Angela: vengo de una larga añoranza...Pero nadie quiere saber nada conmigo. Mi aliento de siete gatos amedrenta a quienes podrían venir....Me escondo de mi fracaso. Desisto. Y colecciono tristemente frases de amor...Yo, la gran desilusionada, la que cada noche prueba la dulzura de la muerte. Me siento una charlatana ¿Por qué? Es como si no revelase mi última verdad. Entonces tengo que quitarme la ropa y quedarme desnuda en la calle. Eso no es tan difícil, lo difícil, sí, es quedarme con el alma desnuda...¿Tendré acaso un fin trágico? Ahh, por favor, líbrame de ello...¿qué me espera cuando muera?

Bueno, ahora que la transcribo con calma creo que la relación no es tan grave como con Alejandra, aún así espero que el camino de mis letras desista de convertirse en un sendero álgido y femeninamente incalificable. De Jimena puedo decir muy poco, la cavidad en que caemos es una misma e incalificable, irreponsablemente nos edificamos para continuar...Maldito sea Madhok que no nos lleva, y a pesar de enseñarme a no agradecer más que lo necesario te digo ahora, desde un vesánico apartado de mi dicha: Gracias.

Wednesday, November 16, 2005

¿O somos tal vez una mentira?


A 40 años de que Farabeuf vió la luz, cualquier homenaje a la obra resulta paupérrimo, extendido, académico o no, cualquier situación escrita resulta anodina para valuar la imponderable revelación que Elizondo nos ha dejado.

Farabeuf no es sólo una crónica de instantes, es un manifiesto poético que arremete en contra del amor, no es gratuito que la relación eotismo-tortura haya sido el leit motiv de la novela. Dice Jose Luis Martínez (yiac) que Salvador hojeaba una edición de Les larmes de Eros de George Bataille en cuyo interior se encontraba una fotografía de uno de los tipos de suplicio de la tortura china: Los cien cortes, este procedimiento, como su nombre lo dice, consiste en realizar incisiones cada vez más profundas al cuerpo de la víctima, de manera que los jirones de piel se puedan desprender dejando al descubierto las visceras del agraviado, los cortes principales se realizaban en el pecho y posteriormente mutilaban los genitales. Al llegar a un número no concebido de cortes, el sujeto se desangraba, sin embargo, la muerte aún estaba lejana ¿Pensaban que la crucifixión estaba muy fuerte? pues nada más hay que ver cómo se las gastaban los chinos, ahora ya no lo hacen porque la ONU metió las manos para impedirlo. La última de las historias documentadas es la de un campesino cuya esposa estaba preñada sin permiso del gobierno, lo encarcelaron bajo ningún cargo y posteriormente lo torturaron hasta que dos días después murió. Pero el punto era que a Salvador se le ocurrió la obra después de ver la fotografía en el libro (la que esta al inicio de este post)

Esto nos lleva a pensar en el recorrido de Elizondo, Farabeuf (para quien no lo sepa) es la crónica de un instante (su segundo título) , uno vivido por un hombre -el doctor Farabeuf- y su enfermera, aunque la historia no se resume a esto. Todo el relato esta lleno de exquisitos simbolismos y apuntes hacia la muerte, todo dentro de esta relación mencionada ad nauseam: Eros- Tánatos. Pero ¿para qué sigo hablando yo si pueden leer al mismo Elizondo? Aquél que como todos los torturados nació el 19 de un mes no importante. Esta vez no es: todos los Owen nacen un día domingo, mi noción será, todos los torturados nacen un día 19.
Somos un signo incomprensible trazado sobre un vidrio empañado en una tarde de lluvia. Somos el recuerdo, casi perdido de un hecho remoto. Somos seres y cosas invocados mediante una fórmula de nigromancia. Somos una acumulación de palabras; un hecho consignado mediante una escritura ilegible; un testimonio que nadie escucha. Somos la imagen fugaz e involuntaria que cruza la mente de los amantes cuando se encuentran. Somos un pensamiento secreto.
Te equivocas. hay algo en tus recuerdos que te impide traerlos a la mente con la nitidez que fuera necesario. Todo en ello es turbio y confuso. Te sientes abrumada por la presencia demasiado tangible de ese ser que has creado y que hubieras querido ser. Algo en toda tu vida se te escapa. Un instante quizá. Un instante definitivo que puede darte la clave de lo que realmente eres o de lo que has dejado de ser para turbarte tanto...
La recomendación desesperada: Mañana habrá 3 conferencias-homenaje a Salvador Elizondo y los 40 años de la publicación de Farabeuf. Los horarios: 10; 12:30 y 17:00. En la Facultad de Filosofía y Letras.

Tuesday, November 15, 2005

El necio suicida que llevo dentro


Hoy amanezco con el rostro tan desnudo que tiemblo... Tengo ganas de insertar cualquier objeto punzocortante en algún lugar sumamente específico de mi cuerpo. Soñé que moría atravesada por los trozos de un ventanal enorme, había soñado otras veces ese lugar que no conozco, supongo que a cualquiera le puede pasar, pero esta vez fue en serio, el ventanal caía sobre mi (eso sí, a través de él la ciudad se veía poca madre, de noche) y se despedazaba sobre mi cuerpo perforando inmisericordemente cada parte de mi anodina existencia...Después del descubrimiento onírico sobre como se sentiría morir quiero experimentarlo, las nociones de esta época no son más para mi, ciertamente tuvo razón aquél gallardo caballero que llenó su aparato fonador con palabras inmisericordes: Eres muy anticuda, lo reconozco. Aún no sé quién soy o cuántos años tengo (crisis de identidad adolescente) y una grave propensión a confundir mis sueños con deseos vivificadores (¿verdad Dj Melvin?) Esta vez creo que debo hacerlo, aunque ya me da una güeva inmensa sacrificar mi instinto de sobrevivencia en un pinche hospital. Creo que mejor dejaré las reflexiones por la paz y me dedicaré a dormir de por vida. Se vive poca madre de ese lado de mi subconciente.

Uyyy Hoy 15 de noviembre de 2005 empiezan las conferencias homenaje a Salvador Elizondo, se cumplen años de la publicación del fantástico Farabeuf (chinguen a su madre los que creen que Jodorovsky es mejor que Elizondo, ¡chin! me van a linchar en Filos) las conferencias empiezan a las 12 y la verdad es que estarán geniales. Ya hasta me emocioné, mejor me mato el sábado, para el sábado ya no habrá nada nuevo que me quede por escuchar sobre los sempiternos personajes de Elizondo.

Monday, November 14, 2005

Del simbad que no soy


Hay tres cosas que nunca olvidaré: el día que nací, la vez que no pude morir cuando realmente lo quería y el momento exacto en que Owen arremetió contra mi. Después de Gilberto Owen mis noches de adolescente se tornaron un cúmulo de manías fascinantes. No sé por qué Clementina nunca le hizo caso, tal vez era absurdamente necesario seguir ignorándolo para que escribiera cosas tan depresivamente maniáticas.
Esta mañana me consume en su rescoldo la conciencia de mis llagas... Una escritura genialmente fácil e incomprendida. No quiero hacer un decálogo acerca de lo que Gilberto dejó sino un homenaje barato a mi sensibilidad, no sé por qué siempre he querido que la voz de Owen se parezca a la de Emilio Ebergenyi, mi voz favorita, mi locutor preferido, que precisamente el jueves 10 halló su viaje sin Virgilio ni palmas. ( ) paréntesis de silencio en su honor. Mis relaciones siempre han sido vacías, cuando tenía trece años pasaban un programa por el canal 40 que se llamaba survival, mi maestro de ecología de la secundaria nos obligaba a verlo. Ebergenyi narraba muchos de estos. Tirada sobre la cama matrimonial de mis padres, leyendo el día tres de Simbad el varado, hallé la voz sublime que enternecía mis demonios solipsistas, desde entonces cada línea de Owen estará auditivamente condenada al tono parsimonioso de Emilio.

Pero es justo que dejemos un espacio al porvenir y nos encontremos lejos de la nostalgia, aunque hoy no me deja pensar más que en lo triste que resultan las imágenes de Renard (otro cuasi desconocido nostálgico) hoy recordaba también, gracias a esa imagen pacífica de las virgin islands (no sé por qué) un libro que me entretuvo llorando tres meses de mis 14 años. Pelo de zanahoria de Jules Renard. Esa es la recomendacipon desesperada, aunque no sé si aún lo editan.
Un saludo para la noche

El pez que muere, sitibundo


Es extraño darse cuenta que ciertos momentos de un refranero nos resumen. Creo que los reductos de la feminidad se vuelven notables al momento de alcanzar una conversación con el otro. Las feminas se convierten en entidades verbales antes que pensamientos rumiados.
Incluso con ello es posible datar el catálogo de agravios y predecirlas, por eso considero que los hombres en la historia de la humanidad, ganan por knock out, los varoniles intelectuales saben hasta qué punto callar o bien hasta dónde llegar para lograr lo que una mujer requiere, lo peor es que no lo notan y jamás podrán hacerlo (¿o será lo mejor?). A excepción de ciertos hombres cautos y nobles, el mosaico de mis recuerdos masculinos se puede resumir a tres palabras: inseguridad, sexo y celos, las tres son memorables y creo que ninguna privativa de la otra. Lo interesante es no morir sitibundos de sonido, debemos comenzar a ser audibles para bien de nuestras propias visceras, de no ser así perderemos las nociones de lo intrascendente y seguiremos irrirtándonos de manera bestial al mirarnos de frente en el verdadero culo del diablo.
La recomendación desesperada:Dentro de la piel de una jóven realizadora francesa, Marina de Van. El argumento es femeninamente valioso y las escenas (si gustan de un poco de tripas) artísticamente notables, la protagonista guapísima y la fotografía imponderable. La sacó Zafra en México y estuvo en la cineteca por un tiempo este año.

Friday, November 11, 2005

Los recursos de la rabia

Uno piensa normalmente, que las nociones de lo verdadero se asemejan a las verdades universales, lo peor es que no es cierto. Cada que nos miramos en el otro nos convertimos en un ser que se mueve por tropismos, no importa de qué manera adivinemos el amor y los futuros, caerémos sin sostenernos en los ojos del abismo que nos mira y nos transforma.
Lo menos real que podría pasarnos sería terminar eternamente felices o bien esperar a que uno odie lo suficiente al otro como para que lo bendiga con el olvido. Trístemente no hay que conformarse con haber caido una vez (si te crees ángel) uno habrá de caer una y otra vez en lo desconocido. No sé hasta que punto se pueda renacer pero ojalá que algún día me sea imposible hacerlo porque es verdaderamente desgastante anudar cada fragmento del otro que ha quedado inevitablemente zurcido al uno mismo.

Tuesday, November 08, 2005

lo que nos dejó el barroco


Yo estaba ahí, sentada en medio de una multitud de oídos y sombras, mirando a la Virgen de la asunción (patrona de México) y devistiendo su imagen. Mucha gente va a este tipo de concietos tratando de encontrar una salida a su rencor y únicamente se encuentran con que el órgano de la catedral esta madreadísimo, que no hay asientos suficientes y que nunca pensaron que una melodía tan apolínea se convirtiera en un dulce somnífero Morfeíco. Pero ni modo, así es esto de la cultura universal, uno resume los hallazgos en notas sin veleídades ni propósitos, la verdadera nostalgia de la muerte (sin agraviar a Villaurrutia) se encuetra , si bien te va, en una nota musical, si no es así en la concepción absoluta de haber visitado a los santos. Y me digo a mi misma ¿para qué tanta mierda. señor? ¿para qué tanta? No sé , en definitiva, a quién canto estas plegarias. Lo único racional y absoluto se encuentra en la noción de reacomodo, en lo único verosímil de las manía pudendas y ponendas: en la verdad tergivesada por lo alcoholes y las pautas inmarcesibles del olvido. Hoy sé que por primera vez Vivaldi me conmovió y que soy alérgica a los piquetes de mosco. pero ¿quién no? los moscos son una plaga. Estoy convencida de que si no existieran los moscos, nosotros nos convetiríamos en unos neófitos sin probabilidades de hacer una crítica acérrima en contra de los que nos someten. Bueno, no me quiero oír socislista ni muchi menos, pero que toquen a José Alfredo y pongan "El hijo del pueblo" es algo que no tendrá comparación puesto que ya nda tiene relación en este asqueroso pandemonium.
Lo cierto es que nunca reivindicaremos el pasado, por más que nos empeñemos en comprender de qué manera sobrevivimos, jamás podrémos intuiur la morfología de lo cósico (¿de cuál fumaste?) y no me importa. Lo sempiterno, innombrable, se resume en una augurio de cosas estúpidas que nos permiten sobrevivir.

Monday, November 07, 2005

¿por qué?

Bueno nunca sé por qué no dejo de preguntar ¿por qué? tal vez de pequeños nos educan a no dejar de hacerlo; lo cierto es que me incluyo en las filas electrónicas para hallar un abismo a donde tirar toda la mierda que rompe con las normas poéticas y se define como banquetera...para nada, para que algún tunante en el camino de la reflexión o la pereza encuentre de qué manera suicidarse por que el mundo esta tan desvencijado. Por lo pronto quiero ver como queda esta cosa