O los libros de lo inevitable

Friday, September 07, 2007

Hate yu!!!!!!!!!!!

Pago por creación de personajes ficticios, o humanos de caracterización.

¿Cómo? ¿y si me invento yo misma contaré como personaje, me van a deducir de los impuestos los días que me niegue a ser yo? ¿me van a dejar representarme diferente o me van a pagar por imitar a otro? ¿Me van a multar cuando me cambie el sexo en una noche de copas? ¿o será plagio cuando le escriban a mi personaje?

Sé que existe una lógica, aunque no entiendo por qué debe decir un recibo "Pago por derechos de autor" ¿También les tengo que pagar por crear?


¿POR QUÉ?


¿POR QUÉ DEMONIOS?

Wednesday, September 05, 2007

Etcétera

En mi rutina existen oficios ineludibles: lavarme los dientes, bañarme, darme unos retoques con las mágicas resanadoras de fisuras llamadas maquillaje, inventarme de nuevo una historia convincente para salir, etcétera. Pero hay uno que no puedo dejar de lado: leer y escribír todas las noches sin excepción, a expensas de mi ebriedad o mi desconsuelo puedo escribir largos tratados acerca de mis posibilidades en el día. Sin embargo siempre existe algo que logra que me desdiga de toda condición, quizá sean las palabras que siempre imprimen mucho más allá de las posibilidades o el simple enigma de venderme nuevas historias para emplear menos hartazgo en el funcionamiento adecuado del mundo.
Un día quiero aprehender las palabras de un hombre para sobrellevar el trecho lúgubre de la espera, pero no están al final del día, no están a través de sus ojos mirapieles, de sus ojos mirasenos, de sus ojos mirahombresnoserástú. Y entonces, en esos momentos me toma fuertemente la obsesión libresca y todos mis amantes toman forma en la métrica del verso o en la epifanía de la línea, pero vuelven a decirme que yo no seré acaso la maga o Emma, quizás de alguna manera jamás entenderé a Flora, o Beatriz... me pudro, inmarscesiblemente me conjugan de otras maneras a las cuales no podré acceder desde este rincón de sordidez. Es extraño saber que cuando los libros me olvidan accedo al silencio, entonces miro y vuelvo a mirar. Muchas veces he recorrido espacios largos, por horas, sin hallar la fuente de los placeres. Infinidad de veces he evitado llorar.... siempre lloro ante las cosas hermosas y hace tiempo no las encuentro en un museo. Espero a que reabran la exposición permanente de San Carlos y me siento hundida en ese mismo laberinto que siempre lleva a Dante o a Fernandez de Oviedo, el único en que sé soy yo. Extrañamente o cierta... me refugió en las pieles cuando incluso la música me abandona... he llorado tantas veces sintiéndo crecer la belleza entre mis piernas... he llorado tantas veces olvidándome del deseo... siempre digo: lo siento es que fue demasiado... siempre puedo encontrar las palabras para disculparme por sentir a pesar de que todo se transforme en esa taquicardia permanente.
Toda la rutina enaltece mi odio y mi premura, la conciencia de que quizá no pueda ser más de lo que quizá...
Etcétera.

LUZ DE ESPAÑA

Al entrar a la sala, el recibimiento lo hace Santa Lucía, de Francisco de Zurbarán; unos pasos más adelante el encuentro es con San Pablo, de José de Ribera; desde ahí se siente la mirada de Camillo Astalli, de Diego Velázquez; y de frente se observa a Don Manuel Lapeña, de Francisco de Goya. Ni más ni menos que cuatro obras de los grandes maestros de la pintura española que por primera vez se exhibirán en México en Luz de España.
El Museo Nacional de Arte (Munal) mostrará a partir de hoy 82 óleos significativos del arte de ese país, que dan cuenta de las diversas corrientes estéticas que se desarrollaron en los siglos XIX y principios del XX en el país ibérico. Las obras forman parte de la colección de la Hispanic Society of America, una de las más relevantes sobre la cultura española.
En esta exposición, que celebra los 25 años de existencia del Munal, el público podrá hacer un amplio recorrido a través de los cuadros de Francisco de Goya hasta Joaquín Sorolla, conocido como el pintor de la luz. Insertados en la museografía encontrarán las creaciones de los cinco grandes maestros españoles de la pintura: El Greco, José de Ribera, Velázquez, Zurbarán y Murillo.
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Bueno, la verdad la reseña no es nada del otro mundo, pero vale la pena la exposición, digamos que la visita casi casi es obligada. ¿Ustedes sí fueron a ver la de Goya? Es algo que yo no olvidaré jamás.
Gracias a mi sensei por el link.