O los libros de lo inevitable
Tuesday, November 08, 2005
lo que nos dejó el barroco
Yo estaba ahí, sentada en medio de una multitud de oídos y sombras, mirando a la Virgen de la asunción (patrona de México) y devistiendo su imagen. Mucha gente va a este tipo de concietos tratando de encontrar una salida a su rencor y únicamente se encuentran con que el órgano de la catedral esta madreadísimo, que no hay asientos suficientes y que nunca pensaron que una melodía tan apolínea se convirtiera en un dulce somnífero Morfeíco. Pero ni modo, así es esto de la cultura universal, uno resume los hallazgos en notas sin veleídades ni propósitos, la verdadera nostalgia de la muerte (sin agraviar a Villaurrutia) se encuetra , si bien te va, en una nota musical, si no es así en la concepción absoluta de haber visitado a los santos. Y me digo a mi misma ¿para qué tanta mierda. señor? ¿para qué tanta? No sé , en definitiva, a quién canto estas plegarias. Lo único racional y absoluto se encuentra en la noción de reacomodo, en lo único verosímil de las manía pudendas y ponendas: en la verdad tergivesada por lo alcoholes y las pautas inmarcesibles del olvido. Hoy sé que por primera vez Vivaldi me conmovió y que soy alérgica a los piquetes de mosco. pero ¿quién no? los moscos son una plaga. Estoy convencida de que si no existieran los moscos, nosotros nos convetiríamos en unos neófitos sin probabilidades de hacer una crítica acérrima en contra de los que nos someten. Bueno, no me quiero oír socislista ni muchi menos, pero que toquen a José Alfredo y pongan "El hijo del pueblo" es algo que no tendrá comparación puesto que ya nda tiene relación en este asqueroso pandemonium.
Lo cierto es que nunca reivindicaremos el pasado, por más que nos empeñemos en comprender de qué manera sobrevivimos, jamás podrémos intuiur la morfología de lo cósico (¿de cuál fumaste?) y no me importa. Lo sempiterno, innombrable, se resume en una augurio de cosas estúpidas que nos permiten sobrevivir.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment