alcanzar la claridad
y poder decir:
aquí he vuelto...
O los libros de lo inevitable
Friday, February 26, 2010
Tuesday, February 16, 2010
Comunicaciones
El viento me había comido
parte de la cara y las manos.
Me llamaba ángel harapiento.
Yo esperaba.
parte de la cara y las manos.
Me llamaba ángel harapiento.
Yo esperaba.
F. A. Pizarnik
Tuesday, February 09, 2010
señales del universo
suficiente.
(Del lat. sufficĭens, -entis).
1. adj. Bastante para lo que se necesita.
2. adj. Apto o idóneo.
_________________________
Miro una foto de hace unos cinco años y la vida se me atraviesa en el estómago. He visto rostros en sueños y he soñado rostros que me han herido. Miro alrededor y dos mujeres asiáticas caminan desnudas a lado de un hombre que maltrata a una mujer hablándole de vaginas estrechas mientras saca de su culo la sangre como un rojo desgajado, como un derrumbe, como un incendio.
Para la poligamia hacen falta huevos, hace falta una reiteración de lo que eres, de lo que intentas.
La insuficiencia manifiesta sobre la piel o sobre la forma en que se acomoda la carne del cuerpo a las entrañas. Las cicatrices de una piel antes otra piel que ahora menos pecas menos cuerpo
El vestigio de quien creí ser.
Una mujer extiende su desnudez bajo sábanas. Un hombre llega y se esconde a la altura de su sexo. La cabeza que descubro es la de mi madre y la cabeza que cerceno es la del hombre que se entrega...
Se fueron las frases, el llanto solipsista...
Despierto bajo el estupor de saber que me han herido. Quiero ver al culpable...
Quizá, después de todo, soy una bestia ignominiosa que se entretiene con el dolor ajeno, que supura la podredumbre de atraer todo lo que le daña, como si fuera un circo, como si en mirar lo que intento desaparecer me hundiera hasta el punto infame de tirarme al vacío... de desnucarme gratuitamente y luego mirar alrededor con los ojos entrecerrados de la estupidez que me traiciona.
Tirarme,
que me digan que no existo
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