O los libros de lo inevitable

Saturday, July 03, 2010

De la poética de la ensoñación

" De alguna manera, sólo he vivido para tener a qué sobrevivir. Al confiar al papel estos fútiles recuerdos, tengo la conciencia de realizar el acto más importante de mi vida. Yo estaba predestinado al Recuerdo."

O. W. de Milosz, L' amoureuse initiation
"... Toda la vida está sensibilizada por la ensoñación poética, por una ensoñación que sabe el precio de la soledad. La infancia conoce la desdicha gracias a los hombres. En la soledad puede distender sus penas. El niño se siente hijo del cosmos cuando el mundo de los hombres lo deja en paz. Y es así como en la soledad, cuando es señor de sus ensoñaciones, el niño conoce la dicha de soñar que será más tarde la dicha de los poetas. ¿Cómo no sentir que hay una comunicación entre nuestra soledad de soñador y las soledades de la infancia? Por algo en la ensoñación sosegada seguimos con frecuencia a la pendiente que nos devuelve a nuestras soledades infantiles."

en La poética de la ensoñación, Gaston Bachelard, FCE.

Wednesday, June 16, 2010

Sunday, May 02, 2010

Los monstruos no existen

Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente.Los monstruos no existen. No se va a acabar el mundo.Casi nadie se muere de un momento para otro. El dolor no es permanente. 

¿ O sí?

Thursday, April 15, 2010

Lléneme de lodo los ojos

Manos crispadas me confinan al exilio.
Ayúdame a no pedir ayuda.
Me quieren anochecer, me van a morir.
Ayúdame a no pedir ayuda.

Figuras y silencios, Alejandra Pizarnik



Siempre esa garganta cerrada y los pasos reiterativos, casi torpes. 

La media luz, la media tarde, la estúpida manera de soslayar todo lo que ha pasado.



A veces enciendo las yemas,


las pieles escinden la carne. 



Todas las noches sueño a un felino distinto, cada uno me enseña los caminos para destruirme.


Me deshice de una mujer que me miraba desnuda, que me atacaba como en el amor. No he podido terminar una forma de vestirla. Mi madre siempre llega antes de que pueda detener el movimiento tropista que me ataca (o me seduce).


Anoche perdí el rumbo. Caminaba sobre pasillos lustrados. No había nadie. El lugar encerraba olores a pescado y las paredes se humedecían como atacadas por una boca que respirara sobre ellos. Una mujer me encontró, traía un mandil sucio sobre una falda gris. No usaba zapatos y era vieja. 

Caminamos frente a frente hasta encontrarnos. No me miró. Extendió los brazos. Entre su carne yo empequeñecía y ella se agigantaba. Por fin me desplazó. Yo era un coqueteo con la locura, de un tiempo que pasó. Era un entramado de sombras y una forma absurda de algo que se cree alguien. 

No tenía miedo debajo de ella. Sólo podía escuchar voces filtradas entre la humedad y el latido:


Que te has ido
Adriana
Éstas
Adriana


No hay oficio de largarse. No hay oficio de luchar. Impávida despierto hacia la noche. Aún sigue la noche y nadie me toca.


Otras veces, vuelta al dolor, me encuentro con mi reflejo. La crepitación de un foco de 60 y la hinchazón de la cara me hacen parecer una caricatura de máscara de alguien que creo que soy. Me miro más de cerca, el dolor me ha infectado los ojos y la carne. Mi cara es cualquier papiro arrugado entre las manos.  Entre esos poros no hay luz. El dolor prescrito será por siempre y las noches, así, divididas, como si me negaran la tregua y los argumentos.


Siento que me miran. Alguien se acuesta a lado de mí y me observa con los ojos muy abiertos. Me mira esperando que lo mire y yo me mantengo cerrada. Quiero soñar y no verlo. Quiero extinguir el dolor. Pero el alguien me toca la entrepiena y toma entre sus dedos mi carne y la jala hacia su alguien y tengo que abrir los ojos. Entonces regresa el horror, la luz en el espejo, la desesperanza, las ganas de dormir y soñar las cosas creadoras de rictus. 

La paz.


"El paraíso para mí es un instante de paz"


Sueño a una anciana enterrando notas y zapatos gastados en la esquina del jardín. Me mira y me muestra cosas: cabellos de mujer en montones organizados; ropa interior antigua, pequeña, con las marcas de haber sido arrancada con violencia; una esponja llena de maquillaje; un nombre... un espacio. Me abre los ojos y me pregunta quién soy. Qué hago ahí. No sé dónde estoy, el cabello no es mío. Se acerca, me toca. No quiero que me toque, pero me toca y me introduce una pala pequeña de jardín en el abdómen, en el bajo vientre. Me entierra un círculo del tiempo que quiero ignorar.


Yo no soy esto.


La ropa está en apartados de plástico y cuelga de la pared. Hay ropa que no es mía en una casa que es mía. Hay un hombre que es seducido por la televisión y yo tiro algo que no quiero ver. Quisiera no ver el agua sucia y la serie de tetas que en ella están hundidas. Fotografías de mujeres antiguas y desnudas se postran sobre el presente. Caigo, de pronto no estoy en una superficie firme. Me golpeo y sangro, pero ella que sangra no soy yo. Ni siquiera sé si estoy mirando a quien sangra. Hay una ventana. Afuera el viento terroso embroma a las personas que pasean. Todos caminan sin cubrirse y tienen los ojos llenos de tierra, como si quisieran cargar el lodo.


Malos diagnósticos y de repente el dolor, el malestar. No poder estar sentada, parada, recostada... no poder tocarme... Nadie sabe qué soy ni para qué sigo aquí. Yo quisiera saber qué quiere salir.


Que salga y deje de intentarlo; sólo intentarlo.

Friday, February 26, 2010

Con los gestos cotidianos

alcanzar la claridad

y poder decir:

aquí he vuelto...

Tuesday, February 16, 2010

Comunicaciones

El viento me había comido
parte de la cara y las manos.

Me llamaba ángel harapiento.

Yo esperaba.

F. A. Pizarnik

Tuesday, February 09, 2010

señales del universo

suficiente.
(Del lat. sufficĭens, -entis).

1. adj. Bastante para lo que se necesita.
2. adj. Apto o idóneo.
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Miro una foto de hace unos cinco años y la vida se me atraviesa en el estómago. He visto rostros en sueños y he soñado rostros que me han herido. Miro alrededor y dos mujeres asiáticas caminan desnudas a lado de un hombre que maltrata a una mujer hablándole de vaginas estrechas mientras saca de su culo la sangre  como un rojo desgajado, como un derrumbe, como un incendio.

Para la poligamia hacen falta huevos, hace falta una reiteración de lo que eres,  de lo que intentas.

La insuficiencia manifiesta sobre la piel o sobre la forma en que se acomoda la carne del cuerpo a las entrañas. Las cicatrices de una piel antes otra piel que ahora menos pecas menos cuerpo

El vestigio de quien creí ser.

Una mujer extiende su desnudez bajo sábanas. Un hombre llega y se esconde a la altura de su sexo. La cabeza que descubro es la de mi madre y la cabeza que cerceno es la del hombre que se entrega...
Se fueron las frases, el llanto solipsista...

Despierto bajo el estupor de saber que me han herido. Quiero ver al culpable...

Quizá, después de todo, soy una bestia ignominiosa que se entretiene con el dolor ajeno, que supura la podredumbre de atraer todo lo que le daña, como si fuera un circo, como si en mirar lo que intento desaparecer me hundiera hasta el punto infame de tirarme al vacío... de desnucarme gratuitamente y luego mirar alrededor con los ojos entrecerrados de la estupidez que me traiciona.

Tirarme,

que me digan que no existo

Thursday, January 14, 2010

Leña del árbol caído

"No hay de comunitario más que la ilusión de estar juntos. Ciertamente, el atractivo de una vida colectiva auténtica existe en estado latente en el seno mismo de la ilusión -no hay ilusión sin soporte real- pero la comunidad verdadera está por crear. Ocurre que la fuerza de la mentira borra de la conciencia de los hombres la dura realidad de su aislamiento. Ocurre que en una calle animada nos olvidamos de que hay sufrimientos y separaciones. Y ya que a fuerza de mentiras olvidamos, el sufrimiento y las separaciones se endurecen; y a su vez la mentira también se quiebra sobre tal piedra angular. No queda ninguna ilusión a la medida de nuestra confusión.


El malestar me asalta en proporción a la muchedumbre que me rodea. En seguida, los compromisos que al  filo de las circunstancias yo acordaba a la estupidez corren a mi encuentro, afluyen a mí en oleadas alucinantes de cabeza sin rostro. El famoso cuadro de Edward Munch, El grito, me evoca una impresión sentida diez veces al día. Un hombre arrastrado por una multitud, sólo visible para sí mismo, grita repentinamente para romper el hechizo, recordarse, regresar a su piel. Asentimos tácitos, sonrisas estereotipadas, palabras sin vida, apatía y humillación desmigajadas tras sus pasos se amontonan, se sumen en él, le expulsan de sus deseos y de sus sueños, volatilizan la ilusión de "estar juntos". Nos tocamos sin encontrarnos; el aislamiento se suma y no se totaliza; el vacío se apodera de los hombres a medida que aumenta su densidad. La multitud me saca de mí mismo, permitiendo instalarse en mi presencia vacía millares de pequeñas renuncias.


Los anuncios luminosos reproducen en todas partes en un centelleo de neón la fórmula de Plotino: "Todos los seres están  juntos aunque cada uno de ellos permanezca separado". Basta, sin embargo, con extender la mano para tocarse, levantar los ojos para encontrarse, y mediante este simple gesto, todo se convierte en próximo y lejano, como por sortilegio."






Raoul Vaneigem, Tratado del saber vivir para uso de las jóvenes generaciones, Anagrama, 1998.


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Buena metáfora. En 2004 EU dio el golpe de Estado, ahora le manda menos ayuda económica que Brasil; El Banco Mundial no cede, no es su naturaleza. Francia sólo atina a pensar que es una posibilidad de mostrar que aún tiene algo de varo y... en realidad, con certeza, a nadie le importa auténticamente; nadie quisiera saber nada de la gente (nombres, números, empleos, condiciones físicas...).




Haití, de ahí los zombies, de ahí el vudú, de ahí los golpes de estado, la violencia, los salarios bajos, las imágenes que nos recuerdan que no todos somos los mismos, aunque en momentos como esos la gente realmente tenga la necesidad imperiosa de hacer algo que le retribuya en el futuro. Un desastre recuerda la amenza infantil de "¿por qué tú sí y yo no?"


Da pena ver la lástima propia sufrida en carne ajena.