O los libros de lo inevitable

Monday, February 11, 2008

Día tres II

AL ESPEJO
Me quedo en tus pupilas, sin convite a tu fiesta de
fantasmas.
Adentro todos trenzan sus efímeros lazos,
yo solo afuera, y sin amor, mas prisionero,
yo, mozo de cordel, con mi lamento, a tu ventana,
yo, nuevo triste, yo, nuevo romántico.
Dentro de ti, las nupcias de hielo al sol del árbol y la nube,
pareadas risas que se pierden por perdidos senderos,
la inevitable luna casi líquida,
el agua rota en trinos y en su música un lirio y una abeja
en su estigma
y en su aguijón tu anhelo de olvidarme.
Yo, en alta mar de cielo
entrenando mi cárcel de jamases y siempres.
Dentro de ti, la casa, sus palmeras, su playa,
el mal agüero de los pavos reales,
jaibas bibliopiratas que amueblan sus guaridas con mis
versos,
y al fondo el amarillo amargo mar de Mazatlán
por el que soplan ráfagas de nombres.
mas si gritan el mío responden muchos rostros que yo no
conocía
o que borró una esponja calada de minutos,
como el de ese párvulo que esta noche se siente solo e
íntimo
y que suele llorar ante el retrato
de un gambusino rubio que se quemó en rosales de sangre
al mediodía.
OWEN

1 comment:

Roberto Cruz Arzabal said...

"[...] el amarillo amargo mar de Mazatlán" Carajo, qué musica de verso y de campaña, la que suena nuestro maestro errante Owen. Lo has revisitado mucho, haces bien, haces bien. Es de esos autores a quienes debieramos llevar nuestras amarguras y sonrisas más a menudo. ¿Cómo va la vida? Mejorando, espero. Un abrazo fuerte.