O los libros de lo inevitable

Monday, August 14, 2006

Transgresión epifánica


Con esto de la crisis del empleo hasta dejé de tener fantasía sexuales con negros altos y sudorosos, dejé de comer paletas de dulce porque no hay dinero para dentistas, prescindí de la forma ovalada de los foquitos corona para cambiar a la caguamas indio, y no sólo eso, me volví abtstemia para tomar tetraciclina por siete días continúos, olvidé cómo se mira a los ojos a los transeúntes y aprendí fingir que no existen los libros caros que observo (como niño en dulcería) a través de los escaparates de las librerías manchados por mi nariz sudorosa, hasta dejé de flagelarme como Sor Juana cuando por las noches me daba cuenta de que no había aprendido nada nuevo... Pero todo esto conlleva algo súmamente positivo: he dejado de aspirar a tener un taxi modelo sedán con rascahuele de rosita fresita y tapa de guantera pintada artísticamente con una escena del vocho en medio de la playa y rodeado de palmeras, luciendo su cromo salvaje...

Sí, sí yo soy otra fan más del chico Burton... como diría mi maestra de literatura mexicana, si algo epifánico existe dentro de la banalidad hollywoodense, es ver un close up a Johnny Deep mientras disfrutas un balde de palomitas (que indefectiblemente te provocarán insomnio para que sigas pensando en él)

4 comments:

Anonymous said...

BRAVO
Es cuando empiezas a creer en la capacidad interpretativa de Demian Bichir cuando caes en cuenta que una lata de Gallo Draft es más que suficiente.

ceguera marchando said...

Pos no sé si merezca la ovación, más bien llegué al punto inevitable. Eso de Demián Bichir está cabrón, supongo que te avisaré para reír un poco más.

Me agrada saber que las gallo draft no te han matado.

Roberto Cruz Arzabal said...

Me parece curioso que sea la altanería de la vida que se niega a besarte de frente la que te lleve a un personaje tan extravagante y, lo acepto, interesante como el enfant terrible del maisntream gringo.
Al menos regresas a los post.

EL PÁVIDO NÁVIDO said...

yo sólo puedo decir una guarrada, con el perdón de tan interesantes y ecuánimes contertulios:
aaaaaaaaapachurrrrrrro.
sé que te molestan las sandeces, ups, i did it again.
lo siento, no puedo dejar de ser yo.
Besos
El P.N.