Una de las mejores cosas que me han pasado en la vida es haber presenciado la interpretación de La pasión según San Mateo de Dios, digo, de Bach. Me parece que apenas ahora caigo en la cuenta de que fue un periodo letárgico, un prodigio, una indescriptible manera de solventar los males del alma.
Me agradó que dieran el booklet traducido y por supuesto, no podía faltar mi selección viciada:
El arrepentimiento tortura a mi corazón culpable. Que mis lágrimas se vuelvan para ti, mi fiel Jesús, agradables aromas.
¡Sangra, amado corazón! El niño que nutriste en tu seno, es una víbora que desea dar muerte a su maestro.
Qué maravillosas palabras, si no supiera que son para Cristo, no me gustarían.
Quiero darte mi corazón y que habites en él, salvador mío. Quiero entregarme en tus brazos. Si el mundo es pequeño para ti, sé tu solo para mí más que el cielo y el mundo.
Y con esta casi me vuelvo fanática religiosa:
Purifícate corazón mío, pues yo seré la tumba de Jesús! ¡Desde hoy y para siempre, en mí hallará dulce reposo! ¡Apártate mundo, deja entrar a Jesús!
O los libros de lo inevitable
Wednesday, March 21, 2007
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
3 comments:
toc toc toc :P
Frente a esas citas, qué puede uno decir!!
No sabía que estabas allí, al terminar la primera parte hubiera corrido a llorar en tus brazos, no podía conmigo, no sabía dónde estaba... estuvo esplendoroso.
Besos
El P.N.
Post a Comment