O los libros de lo inevitable

Sunday, March 25, 2007

Nunca será lo suficientemente tormentoso

Respiré, en serio respiré y quise llorar. Entonces me sentí lista para tomar una pistola, ajustarla y disparar. Quise tener cocaína o beber whisky directamente de la botella, o al menos, poder pintarme los labios para verme sexy mientras te apuntaba, pero no me dio tiempo. En las mañanas siempre me duele la garganta y mi mente está partida a la mitad por los ruidos del despertador. En la mañana siempre digo que olvidar...no, que soñar debería ser el estado permanente, pero no, quise tomarme la botella que quedó cerrada, ahí, en medio del desastre que provocaron los pantalones que no doblé, los tenis que salieron con esfuerzo y el sostén que, en mi embriaguez, me había quitado sin abrir.
Digo que tomé la botella, de entre mis pantalones, me puse un calzón y te apunté... siempre quieres seguir peleando y yo sólo seguir bebiendo, coger, claro, si quieres, pero tratame bien... ¿verdad que me vas a tratar bien? ¿verdad que me vas a tocar otra vez, así como nunca has tocado a nadie? ¿verdad que me vas a dar una razón para saber por qué demonios amanecí contigo?¿verdad que te dije que me llamaba Mariana? ¿verdad que me vas a repetir todo lo que dijiste para convencerme? ¿verdad que vas a limpiar si te disparo en la pierna? ¿verdad que sigo soñando? ¿verdad que sí?
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Eso me pasa por ver Rosario Tijeras antes de dormir y después de cenar.

2 comments:

El Gran Jesus said...

uuu... bien William Burroughs. Intenso. Más de estos.

Anonymous said...

Sigue soñando, sigue soñando, sigue soñando y traé de tus sueños la pistola o el whisky, cualquiera de los dos puede servirnos.