O los libros de lo inevitable

Thursday, May 18, 2006

maybe change my mind... good bye


Porque cuando yo estaba en la sierra y llegué pensando que la gente estaría allí, con sus rifles, sus ganas, descubrí que sólo había tres hijos muertos de hambre y un par de mujeres temerosas que temblaban de frío... entonces dije: a la gran puta la guerrilla. Omar Cabezas

Pero se quedó para convertirse en uno de los legendarios... entonces eran los 70 y muchos de 1900 y America Latina se cimbraba ante las voces de la gente. Dos de mis tios fueron encarcelados por tener revistas "clandestinas" Uno de ellos se fue para nunca regresar.. allá siguiendo aquello que tenía muchos nombres de batalla. Mi padre participó en el CU, metido hasta los pinches huesos desde su cubil en economía... eso lo cuenta, yo no recuerdo... mi madre alazando la voz desde la trinchera de pañales escribía entre las monjas de la FEP su propia hostoria... manifiestos feministas pro guerrilleros "Que cuando callas te ves mucho más hermosa" "Hay en tu pecho dos, dos manantiales, fusiles blancos y no anuncios comerciales". Mi padre nunca dejó de ser quien era... ahora es viejo y sabe mucho más de la comodidad pro slim que nunca, ya no le importan las causas perdidas, ni los argumentos que se sabe... Mi madre comenzó a parir odio después de que sus hijas le enseñaron la forma absurda de ser mujer posmoderna... ahora se reprocha habernos metido tantas pendejadas en la cabeza y no enseñarnos a parir un hijo y cuidar a un hombre... dice que ella no se merece que nosotras seamos así, pero... ¿quién se merece lo que tiene?
Estoy absurda, las manifestaciones de la seudo consciente juventud posmoderna no hacen más que reafirmarme como existencialista absurda, amante del rouge rojo y los libros...

Me importa que torturen a la gente, me importa que violen mujeres, me importa que muchos mexicanos hagan huelga de hambre involuntaria, me importa que los mineros se queden sin chamba, me importan los de Irak, me importan tantas cosas... pero descubrir como epifanía los hilos de Ariadna que se deben perseguir para llegar al final del laberinto, me deja sin aliento y sin nociones...

Ya no puedo creer en mucho y ciertamente no hay mucho en que creer. No puedo ser indiferente (a quien engaño, a veces soy completamente indiferente)
La primera vez que me subí al metro pensando que estudiar medicina iba a servirme para salvar a la gente... me agarraron las nalgas desconsideramente, no les importó mi uniforme blanco ni mi cara de pendeja... En las guardias en los hospitales tenía toda la voluntad de enmendar sus vidas, de hacerlos sentir mejor... pero se vomitaron sobre mi, me mentaron la madre y un borracho me quiso golpear porque no había jilocaína y le dolía mucho la mientras lo suturaba, no soporté la primera vez que vi morir a una persona en la plancha, ni a mis pies, ni tomándome la mano, ni cayéndose detrás de mi, ni acostada en el suelo mientras yo esperaba el camión... A LA GRAN PUTA LA HUMANIDAD

La culpa es el peor de lo vicios estoy hasta la madre de ser adicta... es como si de pronto todo pudiera expiarse de esa manera. De nada sirve reconocer ...Mother should i run for president?

Soy una perra insensible, ególatra, sistemática, borracha y ciega ¿y qué?


Y como dice Frank Delgado... no hay nada que hacer si en el mundo los ex guerrilleros se presentan a las elecciones... pero si lo que tú quieres es, justicia y emociones, aquí te estaré esperando, para irnos de verano.
Seamos abyectos y desalmados.

1 comment:

El Gran Jesus said...

A veces siento que todos venimos de otro mundo, de ese nis dijeron "Váyanse a la chingada"... y pues aquí estamos. Están en la naturaleza del hombre tanto la ingratitud como la culpa, y las dos pelean tanto dentro de uno solo como con las de otros, ni hablar. Ah pero que ricos pueden ser los berrinches... (lo digo por mi)