O los libros de lo inevitable

Friday, March 30, 2007

Por el mar, epitafio de vikingos

Hay que perderse para encontrarse, eso decían los contemporáneos ¿o no? ¿o eran los decadentistas? ¿o es que siempre es necesario perderse en lo que sea?
Me quiero perder en el mar ¿en qué otro lugar podría ser? Me quiero perder antes de que alguno me mire con la ropa desgarrada, el cabello desteñido y las manos extendidas en espera de una moneda... Necesito pensar en la uitlidad del dinero porque si no lo repudiaré más allá de mis límites, o quizás, no al dinero, como dijo alguien, a los medios para obtenerlo...
Quiero perderme en el mar antes de que decida vender un riñón para hacerme una cirugía plástica que logre remitirme a los 16, o bien, antes de caer en un supino goce etílico que, mentalmente, me haga regresar a la infancia...
Me voy a ver el cielo reflejado en las cosas del mundo
Me voy y quiero que me esperes, porque si me esperas sé que tengo pretexto para volver.
Esta vez, de nuevo encuentro al mar... o eso quiero... esta vez, tengo miedo de que te salgas del sueño y me delates...
Minea dixit, nunca Adriana

Sunday, March 25, 2007

Nunca será lo suficientemente tormentoso

Respiré, en serio respiré y quise llorar. Entonces me sentí lista para tomar una pistola, ajustarla y disparar. Quise tener cocaína o beber whisky directamente de la botella, o al menos, poder pintarme los labios para verme sexy mientras te apuntaba, pero no me dio tiempo. En las mañanas siempre me duele la garganta y mi mente está partida a la mitad por los ruidos del despertador. En la mañana siempre digo que olvidar...no, que soñar debería ser el estado permanente, pero no, quise tomarme la botella que quedó cerrada, ahí, en medio del desastre que provocaron los pantalones que no doblé, los tenis que salieron con esfuerzo y el sostén que, en mi embriaguez, me había quitado sin abrir.
Digo que tomé la botella, de entre mis pantalones, me puse un calzón y te apunté... siempre quieres seguir peleando y yo sólo seguir bebiendo, coger, claro, si quieres, pero tratame bien... ¿verdad que me vas a tratar bien? ¿verdad que me vas a tocar otra vez, así como nunca has tocado a nadie? ¿verdad que me vas a dar una razón para saber por qué demonios amanecí contigo?¿verdad que te dije que me llamaba Mariana? ¿verdad que me vas a repetir todo lo que dijiste para convencerme? ¿verdad que vas a limpiar si te disparo en la pierna? ¿verdad que sigo soñando? ¿verdad que sí?
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Eso me pasa por ver Rosario Tijeras antes de dormir y después de cenar.

Wednesday, March 21, 2007

¡Elí, Elí! ¿lemá sabactaní?

Una de las mejores cosas que me han pasado en la vida es haber presenciado la interpretación de La pasión según San Mateo de Dios, digo, de Bach. Me parece que apenas ahora caigo en la cuenta de que fue un periodo letárgico, un prodigio, una indescriptible manera de solventar los males del alma.

Me agradó que dieran el booklet traducido y por supuesto, no podía faltar mi selección viciada:

El arrepentimiento tortura a mi corazón culpable. Que mis lágrimas se vuelvan para ti, mi fiel Jesús, agradables aromas.

¡Sangra, amado corazón! El niño que nutriste en tu seno, es una víbora que desea dar muerte a su maestro.


Qué maravillosas palabras, si no supiera que son para Cristo, no me gustarían.
Quiero darte mi corazón y que habites en él, salvador mío. Quiero entregarme en tus brazos. Si el mundo es pequeño para ti, sé tu solo para mí más que el cielo y el mundo.


Y con esta casi me vuelvo fanática religiosa:
Purifícate corazón mío, pues yo seré la tumba de Jesús! ¡Desde hoy y para siempre, en mí hallará dulce reposo! ¡Apártate mundo, deja entrar a Jesús!

¿y si mañana hubiera en la playa otro marino cojo?

Me gustan las oraciones con condicionales, hoy pensaba en algunas:
-Si yo fuera medio grado más fea, seguramente no tendría los amigos que tengo.
-Si yo fuera un grado más hermosa no le simpatizaría a las personas que les simpatizo y me dedicaría a vivir de mi hermoso cuerpo y mi hermosa cara y no de mi irreparable cerebro.
-Si yo fuera un grado más pendeja seguramente podría vivir sin protestar
-Si yo fuera un grado menos pendeja... emmm ni siquiera me imagino que sería de mí si yo fuera menos pendeja, bueno sí. Dejaría de pisotearme para que los otros pasen, dejaría de agradecer todo como si me hicieran un puto favor, dejaría de sentirme culpable por hablar tanto de mí. Me siento culpable cuando hablo mucho de mí, es como si hubiera hecho algo sumamente malo y nada pudiera remediar lo que está, como si hubiera multiplicado ademanes inútiles y sin sentido, como si fuera un desperdicio insalvable de energia. AAh y claro, si fuera menos pendeja dejaría de se mediocre.
-Si fuera un poco más mamona ni yo me soportaría
-Si fuera un poco menos mamona...[vamos, a nadie le gustan las personas sin caracter ¿o sí?]
-Si yo fuera un grado menos romántica dejaría de pensar que escribiendo me salvo de morir
-Si yo fuera un grado más existencialista, mandaría a la gran verga a toda la sociedad y sus confines
-Si yo fuera un poco menos yo, seguramente comprendería las cosas sin tener miedo de hacerlo
-Si yo fuera un poco más yo dejaría de dar vueltas sobre los mismos temas un y otra vez, dejaría de emocionarme y comenzaría a elaborar las otras caras de ese tema, desde mi perspectiva.
-Si yo tuviera un poco más de pudor dejaría de conmiserarme
-Si tuviera un poco de vergüenza nadie leería esto
-Si la moral dejara de existir la vida en sociedad no tendría sentido
-Si todos pensaran que la historia está, seguramente ya nos hubieramos matado unos a otros
-Si todos amaran el arte yo lo odiaría
-Si todos leyeran yo vería tele
-Si yo pudiera ser estoica seguramente ya me habría largado a un convento.
-Si todos pudieran entender lo que es... seguramente a mí no me importaría
-Si la iglesia dejara de formar parte de las legalizaciones del estado (en especial las del aborto) pensaría que hemos evolucionado.
-Si yo fuera un títere sería Juanin (un tipo simpático con corazón de pollo y carente de cualquier talento, pero eso sí, con voz singular) [creo que ya soy un Juanin]
Y la frase del día es: No Tulio, no soy pesimista, sólo soy un optimista bien informado.
¡Salve Juan Carlos Bodoque y el mole de guajolote!

Tuesday, March 20, 2007

Monday, March 12, 2007

De Estrella distante

La historia de Petra la debería contar como un cuento: Érase una vez un niño pobre de Chile... El niño se llamaba Lorenzo, cre, no estoy seguro, y he olvidado su apellido, pero más de uno lo recordará, y le gustaba jugar y subirse a los árboles y a los postes de alta tensión. Un día se subió a uno de estos postes y recibió una descarga tan fuerte que perdió los dos brazos. Se los tuvieron que amputar casi hasta la altura de los hombros. Así que Lorenzo creció en Chile y sin brazos, lo que de por sí hacia su situación bastante desventajosa, pero encima creció en el Chile de Pinochet, lo que convertía cualquier situación desventajosa en desesperada, pero esto no era todo, pues pronto descubrió que era homosexual, lo que convertía la situación desesperada en inconcebible e inenarrable.
Con estos condicionantes no fue raro que Lorenzo se hiciera artista. (¿Qué otra cosa podía ser?) Pero es difícil ser artista en el Tercer Mundo si uno es pobre, no tiene brazos y encima es marica. Así que Lorenzo se dedicó apor un tiempo a hacer otras cosas. Estudiaba y aprendía. Cantaba en las calles y se enamoraba, pues era un romántico impenitente. Sus desilusiones (para no hablar de humillaciones, desprecios, ninguneos) fueron terribles y un día -día marcado con piedra blanca- decidió suicidarse.
Roberto Bolaño, Estrella distante, Anagrama, p.81

Thursday, March 08, 2007

Que yo no sé él, yo sólo persigo palomas (Cucho)

Tengo un cansancio crónico y el sueño insatisfecho, tengo las pupilas dilatadas y el hambre de belleza, tengo dos manos dolorosas que se aferran a llagar el mundo, tengo el cuerpo partido por dolores ancestrales, tengo la voz escindida de gritar que ES... Esto es belleza. Tengo los labios secos y el estómago prendido de todas las formas del cuerpo. Tengo un amante culposo que demerita las reacciones.Tengo un capricho necio de olvidar lo que recuerdo, tengo miles de frases ampuladas en la memoria, luces encendidas por una voz divina que me niega las palabras, tengo la punta de la lengua llagada por tantos insultos sin proferir, tengo la línea de libertad condicionada entre el sexo y el ombligo, tengo doloridos los ojos por las partes del mar que inudan estas calles hediondas de miseria. Tengo miego de volver atrás los hospitales y los nombres. tengo sueño del doloroso incesto de comprobarlo a mi lado, He visto los lugares a la espalda y me dejan crónicamente loca. aterida por el miedo a la horrible figura que fui. Tengo cansancio crónico y sueño largos, largos e insatisfechos, sueños de azares funestos... sueños de coincidencias simples, sueño de besos primeros y candorosos, de manos tibias cerrandose sobre el inescrupuloso semen adictivo del deseo. Tengo o quizás olvidé tener el pudor de decirme tres palabras seguidas dejando de lado la sutileza o los presagios. Tengo solamente, un largo catálogo de cosas deleznables que reptan sobre el alma en días como estos.

Wednesday, March 07, 2007

tempus fugit

Los barros son de agua
las canas de ganas
¿y las arrugas?
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Ahora puedo decir NO cuando me preguntan:
-¿fumas?¿bebes?¿te gusta la mota?
-Claro que no, soy una persona con valores morales muy altos y siempre he defendido lo que todos piensan. (NO, no es cierto, la verdad me dan más ganas de estar vomitando en el retrete que explicarte como se hace la poesía, la verdad preferíría estar cogiendo completamente pacheca a verte la jeta. La verdad es que sí, creo que eres un maldito homosexual reprimido que tiene retraso mental y que todo lo que piensas podría encontrarse en la pared de cualquier baño de caseta ¡Cállate y date un tiro!)

Lo mejor es que siempre puedo escribir lo que siento, eso me quita, como dice Cioran, las ganas de ser un asesino serial.

Haré una poética del insulto. Hace tanta falta, a veces.
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Como esos ríos que van a dar a la mar ¿a dónde demonios se fue mi confianza en la condición humana? ¿a dónde la exquisitez? Maldito Juan Manuel de Prada. Por cierto que La tempestad fuera de toda la basofia española, me pareció un libro muy bueno, queda recomendado si usted, lector, gusta de las intrigas artísticas, los paisajes venecianos y el culo deforme de las mujeres.