O los libros de lo inevitable

Tuesday, May 30, 2006

Carnal como una lágrima

Me volví a ver quien era
No era más que la noche
¿Desde cuándo había estado allí?
Con rumores despliegues movimientos
Con sus soplos con su aroma de estrellas
Su humedad de remoto
Su ternura y sus juegos
Echada sin cuidado entre profundidades
Tomás Segovia. "Nocturno". En Terceto
Tantas historias... hoy recordaba de la mano de Asdrubal, el mago (mi gurú) ciertas historias de muertes absurdas, recordamos el encéfalo de un niño, apagado por la caída de una piedra en el centro preciso de la sien, mientras caminaba por la calle repleta de gente; de la mano de su tía... un torcido cálculo de física patito y el desvío de la llanta del carro sobre el borde exacto de la piedra, lograría la parábola perfecta para partirle la madre a toda una familia de un sobrino, hijo y nieto de tres años ¡qué estúpido!
Cómo es que se busca el final perfecto, la vida simple, cómoda, con tantos sarisfactores que van a valer verga... vivimos tanto sólo para morir o vivimos menos sólo esperando morir o vivimos para eso y al final todo se va a la chingada ... Caminando sobre la acera de la dimensión desconocida, donde un día Dios dijo que pasaría, me encontré con un hombre súmamente ebrio, sitiado por perros, rodeado de moscas, con la camisa manchada de sus propias heces... pero con una mirada tan limpia. Mientras caminaba hacia él abría una botella de mezcal (estilo panalito, por supuesto) con una sonrisa inmensa en los labios, con una pasión insultante... ¿qué se debe sentir en esos momentos sino gusto?, espero encontrarlo mañana y que me pida un peso. Le voy a regalar una botella, valdrá la pena volver a ver unas pupilas tan luminosas, no importará el hedor ni la charla inverosímil que sostenga con sus perros... todo valdrá la pena, incluso que después de ella muera... quiero creer que muere con el único propósito de soñar, antes de la muerte, que entre sus dedos cede la fuerza giratoria de una tapa amarilla que liberará a los demonios de perros que puedan seguir platicando con él duranteel tiempo que quiera, antes de que vuelva a quedarse dormido y sueñe otra tapa que cede ...

3 comments:

Anonymous said...

¿es mejor soñar que mirar la realidad? Finalmente, todos somos como ese viejo, el cual sueña y se da cuenta de lo estúpido que es el mundo... ¡Dime y compramos la botella, valdrá la pena!

Viridiana G. said...

Quisiera tener brillo en la mirada y sonreir al ver ¿qué? lo que sea que haya para mirar (es tanto) y no arrepentirme después por haber mirado.

Un beso preciosa.

0 said...

Que bonita Niña. Mixailito.