O los libros de lo inevitable

Tuesday, March 07, 2006

La hora de las complacencias


Y pues sí, he preferido hablar de cosas menos intangibles porque de las tangibles se sabe demasido...Esta era la explicación que supongo quería escuchar aquél muchachito que se ha tomado la molestia de decirme que todo lo que pienso está de güeva, la verdad es que (sin azote, sin tirarme para que me levanten ) me vale verdaderamente madre que lo que alguien piensa de lo que pienso, si querían asomarse a la vida íntima de alguien como yo pues mejor váyanse a ver o leer cosas más útiles... soy completamente normal, mi rutina es casi como la de cualquier Homo esquizoide (concepto Quinteriano, o Bubático) estoy de la chingada con mi realidad y como no le encuentro sentido a muchas cosas la verdad me da muchísima pereza llegar y contar a los poquitos que se toman la molestia de visitar este lugar que salgo de una pinche dependencia universitaria, voy a clases, a veces me embriago y a veces no, a veces pacheca la vida es mejor y otras no, eso es elemental. La página no tiene otro propósito que el compartirme, darles, a quienes lo quieran, algo en qué pensar al menos dos minutos y ya ni eso, nomás quiero sacar lo que traigo adentro y muchas veces eso que me pasa lo han dicho muchos otros antes y mejor que yo. Lo que más adoro de esta paginita es que me deja en paz conmigo misma vaciarme aquí ante los ojos de otros, que se toman la molestia y cómo se los agradezco, de pelarme.
El señorcito en cuestión dice que no estaría de más decir mi color favorito, si me gustan los peluches o no; además pide que describa a mi hombre ideal, entre otras cosas que no contestaré porque no me da la gana responder a cuestiones que hacen tanto honor a la estulticia. Lo complaceremos parcialmente esta noche, ya que le interesa.

Primero: Me llamo Adriana, ¿está chido el nombre no? Y sí, soy mujer (al menos biológicamente)
Segundo: Mi color favorito es el negro.
Tercero: Los peluches me cagan, me hacen estornudar y no creo que sean algo más que objetos inútiles que apelan a un sentimiento infantil ante el cual no puedo mostrar más que lástima. De tierna no tengo mucho más que cuando estoy enamorada y aún así no regalo corazoncitos, nomás me apendejo.
Cuarto: Mi hombre ideal, pues ni siquiera sé si un hombre sería lo ideal. Lo que sé es que no me gustan los pendejos, de ningún tipo, así, como ve, alguien que piensa que una mujer vale porque le gusten los moños rosas , los osos gigantes de peluche y los "hombre ideales" no estará en mi lista de pendientes.
Quinto: ya que ha molestado tanto con una foto mía, le pongo arriba la única foto que me han tomado y he mostrado sin rubor.

Aún así le agradezco que se haya tomado la molestia de leer y dar su opinión, sepa que me ha hecho dedicarle un post completo, dejé de hacerme esas preguntas hace mucho tiempo y ha sido bueno que usted me haya recordado que existen. Ahora que está complacido: Ya dejé de chingar ¿no?
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Ya salió el nuevo podcast de Cucho, búsquelo por acá:
Éste promete muchas más cosas, se los recomiendo ampliamente.

3 comments:

El Gran Jesus said...

Jajaja, mas complacencias de las que crees. cuando ofreciste chistes y te tomé la palabra, no esperaba una respuesta tan pronta. Y es que complacer a personas como ese fulano solo puede ser una broma... Tu blog está bien como está, no le hagas caso. Y otro gracias por otro enlace.

Anonymous said...

No mames, pinche tapón que le colocaste a se güey, porque sólo ese calificativo se merece... Me agrada que te tomes la molestia de responder cosas que no valen la pena, pues finalmente se dan cuenta que no eres cualquier persona, no cabe duda que eres un gran ser humano, sinceramente, yo no me tomaría la molestia de responder... ¡Qué se joda! Por cierto, a Mí, ¡me encanta este blog!

Anonymous said...

me agrada la forma tan elocuente como te describes... tambien me agrada la foto.... saludos al niñote...