O los libros de lo inevitable

Thursday, March 09, 2006

Lo que afuera es, lo sabemos tan solo por un rostro de animal


Amo de mi ser la cosas oscuras,
en las cuales se ahondan mis sentidos;
en ellas, tal como en añejas cartas,
hallé mi vida diaria ya vivida,
superada, hecha lejana leyenda.

De ellas sé que tengo espacio para una
segunda vida, anchurosa y sin tiempo.
Y a veces soy como el árbol que adulto
y rumoroso, encima de una tumba,
cumple el sueño que el muchacho,
ya sido,(por el que se entran sus raíces cálidas)
perdió en melancolías y canciones.
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¿Qué harás tú, oh Dios, cuando yo muera?
Yo soy tu cántaro (¿y si me quiebro?)
Yo soy tu bebida (¿y si me corrompo?)
Soy tu ornato y tu oficio.Tú pierdes conmigo tu sentido.
Después de mí no tendrás casa en donde
palabras cercanas y cálidas te saluden.
De tus pies cansados se caerá
la sandalia de seda que yo soy.
Tu gran manto se soltará de ti.
Tu mirada, que yo acojo calienteen mis mejillas,
como en una almohada,
andará buscándome largo tiempo
-y a la hora del ocaso se echará
en el regazo de unas piedras desconocidas.

Y tú, oh Dios, ¿qué harás? Yo tengo miedo.

Rainer María Rilke. Libro del peregrinaje.
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Queridos dos lectores: me reencontré con Rilke; qué tipo más fascinante, extrañamente el único poema que no me place de este encanto fue escrito un 19 de abril, que ironía...

Se parece a ti Tico, ¿ya lo habías notado?

3 comments:

El Gran Jesus said...

Es cierto, DIos debe necesitarnos mas a nosotros que nosotros a el. ¿quien es tico?

Anonymous said...

qué hermoso, qué mágico! hoy no sé que decir...

Anonymous said...

no solo son dos.....